Delegación Presidencial Provincial de
Antártica Chilena
Realizan conversatorio y donaciones enmarcadas en la prevención del VIH/Sida en Puerto Williams
27 de Febrero de 2023

Realizan conversatorio y donaciones enmarcadas en la prevención del VIH/Sida en Puerto Williams

  • Informar, educar, favorecer el testeo preventivo y el diagnóstico precoz, fueron algunos de los temas que expuso el médico encargado del Policlínico de VIH del Hospital Barros Luco Trudeau, Pablo Herrera, a la comunidad de la capital provincial. Además, se hizo entrega de 24 autotests y fármacos para el tratamiento de profilaxis de pre y post exposición al Hospital Comunitario Cristina Calderón.

*Publicación originalmente realizada el 27 de febrero de 2023 en Facebook de la Delegación Antártica Chilena.

Recalcando el notorio aumento en la tasa de casos confirmados de VIH/Sida en zonas extremas del país como la Región de Magallanes y Antártica Chilena, el doctor Pablo Herrera, especialista en inmunología clínica, realizó un conversatorio enfocado en informar, educar y prevenir sobre este virus a la comunidad de Puerto Williams.

En la actividad, organizada en conjunto por el profesional y el Hospital Comunitario Cristina Calderón de la capital provincial, se dieron a conocer relevantes antecedentes, como un informe del Instituto de Salud Pública (ISP) que demuestra que el número de casos confirmados de VIH por cada 100 mil habitantes aumentó un 19,2 por ciento entre 2010 y 2015 en la región, por sobre la media nacional que sólo representó el 7,5 por ciento. A esto se suma el aumento en un 41 por ciento de personas que adquirieron el virus entre 2021 y 2022 en Magallanes, según la Seremi de Salud de dicha zona.

Es por ello que, de acuerdo Herrera, quien también es encargado del Policlínico de VIH del Hospital Barros Luco Trudeau de Santiago, resultan importantes instancias como las realizadas en el salón de la Superintendencia de Bomberos de Puerto Williams. “Fue una actividad enfocada en favorecer el testeo, favorecer el diagnóstico y derribar todos estos mitos que llevan finalmente a estigmatizar lo que es la infección por el VIH”, explicó el médico.

En la oportunidad también se informó de una donación de 24 autotests de VIH, así como también de fármacos antirretrovirales para el tratamiento de Profilaxis Preexposición (PrEP, por su sigla en inglés) y Post-exposición (PEP). El primero, es un medicamento altamente eficaz para prevenir el VIH, mientras que el segundo debe ser utilizado como emergencia en las primeras 72 horas frente una posible exposición al virus. Todo esto, generado tras recaudación del propio doctor Herrera y la corporación Sida Chile, quedó a disposición del mencionado recinto de salud de la ciudad austral.

El director del Hospital Comunitario Cristina Calderón, doctor Matías Ulloa, detalló que si bien no hay registros de casos actuales de VIH/Sida en Puerto Williams, igualmente es positivo generar instancias de diálogo con la comunidad al respecto. “El VIH es un tema de relevancia mundial, y en Chile es un tema de salud pública importante, por lo tanto, sigue teniendo más importancia conversar de temas que a veces son difíciles para la población en general. Una de las cosas que me gustaría destacar es el diagnóstico precoz, que es el mejor escenario que tenemos, y que aumenta considerablemente tener una mayor probabilidad de llevar una vida normal, saludable”, manifestó el profesional.

En tanto, la delegada presidencial provincial de la Antártica Chilena, María Luisa Muñoz, quien asistió a esta actividad, recalcó que “como Gobierno, es imperiosamente relevante todo ámbito de comunicación y aprendizaje frente a esta enfermedad. Hoy, el tratamiento del VIH/Sida está dentro de las patologías garantizadas del sistema GES, por lo que personas con sospecha o diagnóstico positivo, pueden acceder a exámenes y medicamentos gratuitamente en caso de estar en cualquiera de los tramos de Fonasa, mediante el programa Copago Cero”.

“Los tratamientos hoy en día son mucho más seguros”

A más de 40 años de la primera persona diagnosticada con VIH/Sida, este virus es considerado como una epidemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Desde sus inicios, ha dejado a 34,7 millones de víctimas fatales a nivel planetario. En Chile, según Onusida, cerca de 90 mil personas viven con VIH, aunque se estima que otras 20 mil no saben su diagnóstico y promueven más transmisiones. Es por ello que entidades como la Seremi de Salud han fortalecido la realización de operativos de test rápido a la comunidad, así como entregas de unidades de condón masculino y femenino.

América Latina es una de las cuatro regiones del mundo en que no han disminuido los nuevos casos diagnosticados durante la última década. Específicamente, nuestro país es el segundo en la zona con mayor incremento de casos anuales, con un 63 por ciento en 10 años, principalmente adquiridos por personas menores de 25 años.

Ante este contexto actual, el doctor Herrera nos concedió la siguiente entrevista:

– ¿Cuáles son las principales diferencias para una persona que haya adquirido VIH/Sida en los 80 o 90 y en 2023?

“La principal diferencia que teníamos en ese tiempo a lo que tenemos ahora, es la disponibilidad de los tratamientos. Los tratamientos hoy en día son mucho más seguros, mucho más eficaces que en ese tiempo, lo que permite que una persona que vive con VIH, que accede al tratamiento de forma oportuna, logre un control de la infección. El virus detiene su replicación, se vuelve indetectable en la sangre, y eso detiene todo el daño que produce. Además, una persona que vive con VIH hoy día, que está con tratamiento funcionando, no transmita el virus. Una persona que vive con VIH, en tratamiento, puede tener hijos si lo desea, porque los tratamientos actuales además son bastante seguros. No solamente son eficaces en lograr detener la replicación del virus, sino que también son seguros del punto de vista de que tiene muy pocos eventos adversos para las personas que los están tomando, que eso también es una gran diferencia con los antirretrovirales de otros tiempos. Y otra diferencia también del manejo, es que hoy día contamos con terapias que son mucho más sencillas de tomar: una pastilla, una vez al día, a diferencia de los años 80, 90, que eran 10 o 12 pastillas que se tenían que tomar”.

– ¿Cómo ha influido la pandemia del coronavirus, especialmente en períodos álgidos de ésta, en cuanto al acceso de información, educación y prevención del VIH/Sida?

“Influyó súper negativamente, porque el hecho de confinarnos hizo que la gente se dejara de testear. Nosotros vemos cómo van las tasas del Instituto de Salud Pública con respecto al número de tests que van realizando por año, y se ve cómo en el 2020 cae rotundamente el número de testeos que se realizaron a nivel nacional. Y lo otro, que también favorecía a las conductas de riesgo, ya que, pese a que estábamos en períodos de hacinamiento, la gente no se testeaba pero igual se juntaba a tener relaciones sexuales. Eso nos produjo un retroceso importante como país en todo lo que veníamos avanzando en cuanto a lo que es diagnóstico y prevención, principalmente”.

– ¿Cuáles son los desafíos actuales frente a esta enfermedad? En su exposición habló sobre el uso correcto del lenguaje, por ejemplo.

“Uno de los desafíos actuales, según la OMS, es respecto a la calidad de vida y la disminución del estigma. Yo creo que ése es uno de los principales problemas que tenemos hoy en día, en que hay mucha desinformación. Todavía hay mucho estigma hacia una persona que vive con VIH. Todavía se usa un lenguaje no adecuado. Se usa ‘él se infectó de VIH´, en vez de ‘adquirió el virus’; ‘él está contagiando o contagió el virus’, en vez de ‘transmitirlo’. Hay que tratar de evitar usar palabras que generan una sensación peyorativa o vejatoria en contra de una persona que vive con VIH, porque hoy en día, una persona que vive con VIH, que lleva su tratamiento adecuado, lleva una vida completamente normal”.

– Claro, usted hablaba que una persona que es bien tratada, puede vivir casi lo mismo que una persona que no adquirió el VIH.

“Exacto. Una persona que se diagnostica a tiempo, en una etapa precoz, que inicia el tratamiento en forma oportuna, tiene una expectativa de vida prácticamente igual que una persona que vive sin VIH”.

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