*Publicación originalmente realizada el 29 de julio de 2022 en Facebook de la Delegación Antártica Chilena.
Tras coordinación entre el Hospital Comunitario Cristina Calderón y la Delegación Presidencial Provincial de la Antártica Chilena, se llevaron a cabo dos rondas médicas para atender a vecinos que residen en zonas rurales de Isla Navarino.
En ambos días, un doctor y una enfermera fueron movilizados por funcionarios de la mencionada Delegación, para llegar a sectores agrestes de la zona, como La Estrella, Lum, Chaparral y Caleta Eugenia. En aquellos lugares, un total de siete personas, adultas y adultos mayores incluidos, recibieron atención primaria de salud.
La delegada presidencial provincial de la Antártica Chilena, María Luisa Muñoz, estuvo presente en estas jornadas, destacando el acceso a este servicio prioritario. “Hay varias familias que están entre el sector de Puerto Navarino, a 54 kilómetros al oeste de Puerto Williams, y también hacia el sector de Caleta Eugenia, que son poco menos de 20 kilómetros. Evidentemente se complica mucho más en esta época de invierno el poder acceder al hospital, llegar a Puerto Williams con las condiciones climáticas adversas y por el camino también. Hoy en día pudimos realizar esta actividad y llegar a los diferentes lugares”, sostuvo.
La máxima autoridad provincial manifestó que esta acción fue la primera de otras similares que prontamente habrá. “Es el inicio para poder tener una continuidad más adelante. Sabemos que hay una necesidad bastante importante con respecto al acceso a diferentes servicios y hoy en día lo hacemos”, profundizó la máxima autoridad provincial, quien también tuvo oportunidad de saludar a la familia naval que se encuentra en la Alcaldía de Mar de Puerto Navarino.
Por su parte, el director subrogante del Hospital Comunitario Cristina Calderón, doctor Matías Ulloa, explicó que este tipo de rondas se desarrollan según la programación anual establecida. Además de las mencionadas zonas, a las que se dirigen dos veces por semestre, también incluyen a Puerto Toro (una vez por semestre) y otras áreas alejadas como las bahías Kanasaka y Douglas (una o dos veces al año). Para llegar a estos tres últimos lugares, normalmente requieren cooperación de conectividad marítima a través de la Armada de Chile.
Con respecto a las patologías que generalmente se diagnostican en estas zonas, el profesional mencionó que son similares a las de otros lugares, pero se diferencian en las dificultades de acceso que los pacientes tienen para llegar al hospital, especialmente los adultos mayores. “En esos casos es importante acercarnos nosotros como hospital comunitario, con las diferentes estrategias que tenemos dentro de la APS (Atención Primaria de Salud). A eso también apunta esta nueva forma de Gobierno, que tiene que ver con la universalización de la APS, que es acercarnos e ir directamente donde encontramos a las personas”, comentó el también encargado de salud mental del recinto.
El profesional agregó que la salud de las personas que habitan en zonas rurales “no solamente está en el contexto particular, sino que también se suma al contexto donde se encuentran, por ejemplo, la distancia, cómo viven y las condiciones particulares de cada lugar”.
Una de las pacientes atendidas fue Paulina Filgueira, quien vive en el sector rural de Guerrico, a 17 kilómetros al oeste de Puerto Williams. Asegura que casi nunca va al hospital, por lo que recibió positivamente esta atención. Pese a que la encontraron en buen estado de salud, la ganadera dijo que igualmente “me mandaron a hacer un chequeo médico, y eso me parece muy bien”.
En tanto, Amador Zapata, quien desde 2005 vive en Caleta Eugenia, destacó que la ronda médica haya llegado a visitarlo, como ha sido costumbre, incluso en los períodos más álgidos de la pandemia de coronavirus. “No hemos estado abandonados en ningún momento. Siempre han estado presentes acá. Yo no me he acercado al hospital, pero de que ellos han venido, siempre han venido”, manifestó, asegurando que irá al recinto de salud tras comprometerse con los funcionarios a hacerlo. El personal “ya me echó una retada”, cerró con tono de humor.