[COLUMNA] Turismo desde una mirada territorial austral y sustentable

Siempre los reconocimientos son buenos, más cuando tienen una relevancia mundial, o sea, que un organismo internacional se haya fijado y reconozca el aporte, en este caso del turismo, no es un hecho menor. Es lo que ha ocurrido hace algunas semanas cuando Puerto Williams recibió el sello Best Tourism Villages, que destaca a localidades o pueblos que preservan su cultura, tradiciones y fomentan al sector como un motor que imprime fuerza al desarrollo y bienestar a las comunidades, cosa no menor por estos días.

El ente rector, la Organización Mundial de Turismo (UNWTO), no dudó un momento en reconocer a dos localidades chilenas, Pica por el norte y Cabo de Hornos, en el extremo sur de nuestro país. Ello implica, por un lado, un tremendo desafío y compromiso y fue lo que hizo notar el secretario general de la UNWTO, al momento de anunciar las respectivas designaciones.

Tales menciones hacen referencias a valores culturales y naturales los que en tiempo requieren proyectarse mediante la sustentabilidad, la diversidad e inclusión, lo que, a la larga, plasmará sin temor a equivocarnos, la plena identidad de sus habitantes y por ende, la diversificación de actividades que acercará al poblador con toda acción que se dé en torno al turismo.

Los esfuerzos tendientes para establecer a Cabo de Hornos como un punto estratégico en el ámbito turístico mundialmente reconocido en el orbe, el mítico peñón, continúa siendo el objetivo y meta para conseguir por todo aventurero o explorador que se precie de tal.

La proyección de futuro que se establece a partir de esta nominación, y en el contexto de un todo más complejo donde forman parte fundamental las comunidades, resulta ser más que relevante para las aspiraciones locales y regionales.

Poco antes del inicio de la pandemia, rescatábamos algunas cifras que acusaban un flujo interesante de visitantes en temporada alta, ubicándose en el segundo lugar, detrás de la capital regional, en cantidad de vuelos recibidos en el aeródromo Guardiamarina Zañartu, situación que además señala el importante tránsito continuo de pasajeros durante todo el año.

Algo similar sucede a través de la barcaza Yaghan que cubre la ruta Punta Arenas-Puerto Williams.

Como muestra más clara, relacionada con las expectativas turísticas que comienzan a  visualizarse para el sector, es el esfuerzo que han realizado autoridades, profesionales, y expertos en la búsqueda de poder concretar proyectos de amplia envergadura. Por ejemplo, la que tiene relación con las capacidades portuarias y la propia ampliación del terminal de pasajeros del aeródromo.

De esta manera, finalmente se aumentará la superficie de atención a usuarios, entendiendo la sala de embarque, hall de espera, zona de recepción y entrega de equipaje, junto con estacionamientos y readecuación de espacios  interno para bodegas y oficinas.

A lo anterior, se debe sumar la implementación de la Fibra Óptica Austral y el Centro Subantártico, obras tendientes a reforzar y dar sentido a este nuevo reconocimiento que ha recibido el territorio y que hace justicia a la comuna por lo que representa en el ámbito cultural, patrimonial e histórico.

Desde una mirada de Estado, inclusiva, desde el territorio, sustentable y con participación de las comunidades locales, el turismo, con las herramientas necesarias, puede ser ese componente de desarrollo y equilibrio que tanto se anhela.

Nelson Cárcamo Barrera
Delegado Presidencial Provincial de la Antártica Chilena
Columna de opinión publicada el 9 de enero de 2022 en suplemento “Análisis” de Diario El Pingüino.