Una de las principales dificultades presentadas por las personas mayores durante la pandemia, además del cuidado de la salud frente a la amenaza del coronaviurs, tiene que ver con las posibilidades de comunicación con sus familias y entorno más cercano. La oportunidad de sostener una comunicación fluida y mantenerse conectados fue uno de los grandes desafíos impuestos durante la emergencia sanitaria.
Falta de acceso a herramientas digitales y el manejo de las nuevas tecnologías por parte de los mayores son de los obstáculos que quedaron de manifiesto durante el último año, situación que ha sido reconocida desde la Organización de las Naciones Unidas, declarando como tema para este año en el mes de las personas mayores “Equidad digital para todas las edades”, enfatizando en la necesidad de un acceso progresivo y una participación mayor en el mundo digital.
Bien sabemos por estas latitudes de la importancia de mantener una conectividad sólida y de calidad, hoy en día considerado como una necesidad real y no un lujo. Si a esto le sumamos una brecha tecnológica y generacional, la dependencia se hace mayor, requiriendo una atención especial. Así lo señala la Unión Internacional de Telecomunicaciones cuando resalta que este grupo de la sociedad experimenta una desigualdad digital mayor que otros grupos.
Por otra parte, esta misma realidad puede traer otro riesgo asociado y que tiene que ver con la posibilidad de ser víctima de delitos informáticos ocasionados por la falta de información o desconocimiento.
En este sentido, desde el Servicio Nacional del Adulto Mayor se está llevando adelante un ciclo de capacitaciones en redes sociales y plataformas digitales, un paso importante en achicar la brecha y acercar las oportunidades que puede brindar el mayor acceso a las nuevas tecnologías y la capacidad de adquirir los conocimientos necesarios para lograr un buen manejo de estos recursos.
Por otra parte, y muy relacionado con lo anterior, el Sistema de Naciones Unidas junto a Senama están llevando a cabo una experiencia piloto en varias comunas del país, que busca generar redes de apoyo para las personas mayores a través de herramientas digitales que puedan fortalecer las relaciones entre personas que se encuentren solas o en situación de vulnerabilidad, poniéndolos en contacto con vecinos, familiares o dirigentes comunales para contribuir a visualizar sus requerimientos y así poder entregar una oportuna respuesta.
De la misma forma en que hemos abordado el tema en otras ocasiones, es necesario enfatizar en la necesidad de avanzar en materia de inclusión y participación social de las personas mayores de manera efectiva y urgente, fortaleciendo el resguardo de sus derechos y en el cambio cultural que significa valorar y respetar a las personas mayores, de eso también se trata el desarrollo de un país.
De acuerdo con datos de la Encuesta Casen, hablamos de una población de casi 4 millones de personas de 60 años o más y, que según estimaciones, para 2050 esa población podría ascender considerablemente representando a más del 31% del total nacional.A modo de ejemplo, recientemente el Sernac publicó el resultado de un estudio donde casi un 70% de las personas mayores declaró que se ha sentido discriminada como consumidor y casi un 90% piensa que las empresas no consideran sus necesidades.
Es fundamental continuar trabajando en la promoción de derechos y respeto hacia las personas mayores, seguir haciendo esfuerzos por una creciente inclusión en materia de conectividad digital y especialmente, acompañarlas y escucharlas en sus necesidades y demandas.
Por Nelson Cárcamo Barrera
Delegado Presidencial Provincial de la Antártica Chilena
Columna de opinión publicada el 10 de octubre de 2021 en suplemento “Análisis” de Diario El Pingüino.