Esta semana que está finalizando, ha resultado altamente gratificante tras presenciar una nueva recepción de piezas que, desde el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio ha trasladado desde la Colección Martín Gusinde del Museo de Historia Natural en Santiago, a la Comunidad Yagán de Bahía Mejillones enclavada en Puerto Williams. Un largo viaje que ha valido la pena para concretar un esperado y justo reencuentro.
En medio de un acto sencillo, pero revestido de la importancia y trascendencia que conlleva reinsertar en su medio original y natural objetos que fueron desarraigados en algún instante y que hoy hacen justicia a un pueblo que solicitó y gestionó incesantemente su devolución, precisamente para ir cerrando ciclos y de una vez por todas, contribuir a reforzar la identidad y de paso, establecer claramente, que son un pueblo que trabaja para mantener su cultura y tradición, desechando el mito de ser el último o estar presenciando el desaparecimiento de una lengua o pueblo originario.
Nada más lejano de la realidad. Hoy por hoy, la presencia de la comunidad yagán se ha visto robustecida con la participación de los jóvenes, quienes de una u otra forma han ido asumiendo diversos roles que sus mayores les han ido delegando.
Aquello vigoriza y revitaliza a sus integrantes, los que observan con optimismo el futuro generacional de su comunidad milenaria.
Pareciera que las piezas que hoy regresan a su hogar viniesen impregnadas del espíritu especial, donde nuevas y claras energías surgen y se posan en aras de un futuro promisorio.
De verdad, cuando creímos saberlo todo de este pueblo, surgen datos, hechos y acontecimientos para muchos novedosos y que vuelven a atraer la atención adquiriendo una nueva puesta en valor.
Es importante reconocer el esfuerzo de las gestiones realizadas, las voluntades y las capacidades de acuerdo para poder llevar adelante este necesario proceso de reivindicación que se concreta con esta tercera restitución.
Así lo manifestaron miembros de la comunidad yagán, dirigentas y dirigentes que estuvieron presentes durante este histórico momento, colmado de emoción y gratitud.
En esta conjunción de voluntades y gestiones, es importante destacar el rol fundamental de la dirección del museo de Puerto Williams, el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, el de la propia comunidad yagán y el del Ministerio de las Culturas.
De esta forma, se logró realizar el primer traslado de piezas culturales en junio de 2019, un segundo viaje en febrero de 2020 y el reciente ocurrido durante esta semana.
Una máscara ceremonial, cestos, utensilios, arpón, réplica de canoa, son algunos de los bienes culturales que hoy vuelven a su hogar con los suyos.
Nos encontramos en medio de un contexto especialmente particular como país, donde, el tener la posibilidad de conocer más sobre la cultura de los pueblos originarios, sin duda que nos entrega además la oportunidad de conocer más sobre los territorios y su gente, sobre el pasado y al mismo tiempo nos aporta luces sobre cómo deberíamos proyectarnos a futuro como comunidad que valora la cultura y el patrimonio.
Por Nelson Cárcamo Barrera
Delegado Presidencial Provincial de la Antártica Chilena
Columna de opinión publicada el 12 de septiembre del 2021 en suplemento ¨Análisis¨de Diario El Pingüino.
Volver